Si existe el amor a primera vista lo mío con esta receta ha sido un caso clarísimo.
La semana pasada mirando por internet, buscando nuevos platos e ideas para el blog encontré esta receta, la leí y me sedujo totalmente la idea de mezclar chocolate y vino tinto en un bizcocho. Tenía totalmente claro que iba a ser una receta que os mostraría en el blog, lo que no podía imaginar es que mi mente recordara las imágenes que había visto del bizcocho e imaginara su textura y sabor con tanta frecuencia, no pude dejar de pensar en él en un par de días.
Como no soy muy repostera en casa no tenía ni molde, así que llegó el lunes y lo compré junto con el resto de los ingredientes, que como veréis son fáciles de tener en cualquier cocina. Al final esperé hasta el martes para hacer el bizcocho y el resultado no pudo ser más satisfactorio. Desde que empecé a mezclar los ingredientes podía ver la buena pinta que iba adquiriendo, cuando estaban todos mezclados no pude resistirme y lo probé (soy muy de hacer ésto). Aunque se notaba bastante el alcohol del vino el sabor era increíble, no podían casar mejor el chocolate y el vino. Tras hornearlo no esperé a que estuviese del todo frío para empezar a comerlo y… por muy típico que suene, puede que no haya palabras para describirlo. El bizcocho es tremendamente jugoso y esponjoso, se nota el sabor del vino pero siempre acompañando al chocolate que es el claro protagonista.
Una receta fácil y sorprendente, que os recomiendo probéis en vuestras casas.
La semana pasada mirando por internet, buscando nuevos platos e ideas para el blog encontré esta receta, la leí y me sedujo totalmente la idea de mezclar chocolate y vino tinto en un bizcocho. Tenía totalmente claro que iba a ser una receta que os mostraría en el blog, lo que no podía imaginar es que mi mente recordara las imágenes que había visto del bizcocho e imaginara su textura y sabor con tanta frecuencia, no pude dejar de pensar en él en un par de días.
Como no soy muy repostera en casa no tenía ni molde, así que llegó el lunes y lo compré junto con el resto de los ingredientes, que como veréis son fáciles de tener en cualquier cocina. Al final esperé hasta el martes para hacer el bizcocho y el resultado no pudo ser más satisfactorio. Desde que empecé a mezclar los ingredientes podía ver la buena pinta que iba adquiriendo, cuando estaban todos mezclados no pude resistirme y lo probé (soy muy de hacer ésto). Aunque se notaba bastante el alcohol del vino el sabor era increíble, no podían casar mejor el chocolate y el vino. Tras hornearlo no esperé a que estuviese del todo frío para empezar a comerlo y… por muy típico que suene, puede que no haya palabras para describirlo. El bizcocho es tremendamente jugoso y esponjoso, se nota el sabor del vino pero siempre acompañando al chocolate que es el claro protagonista.
Una receta fácil y sorprendente, que os recomiendo probéis en vuestras casas.
Ingredientes:
- 4 huevos, 200gr mantequilla, 200gr azúcar, 200gr de harina, 200gr de cacao en polvo (tipo Cola-Cao), 300ml de vino tinto y 1 sobre de lavadura
Precalentamos el horno a 180º
Untamos el molde con mantequilla y espolvoreamos harina por toda la superficie para evitar que se pegue el bizcocho al hacerse.
En un bol grande batimos los huevos a los que vamos añadiendo uno a uno el resto de los ingredientes, el azúcar, la mantequilla en pomada (así se llama a la textura que adquiere la mantequilla cuando está a temperatura ambiente y que se asemeja a la de cualquier pomada que podamos recordar, aún sólida pero fácilmente deformable), el cacao, la harina y el vino. Es fundamental que el vino sea de calidad, ya se sabe que cuanto mejor sean las materias primas mejor será el resultado final.
Vertemos la mezcla en el molde y horneamos durante unos 20minutos. Aunque como cada horno es un mundo, lo mejor es recurrir al truco de la abuela: para saber si el bizcocho ya está se introduce un palillo y debe salir totalmente limpio.
El bizcocho se puede decorar con azúcar glas, acompañar con mermelada de frutos rojos o mojar en un gran vaso de leche, pero con lo jugoso y sabroso que resulta yo recomiendo que al menos una vez lo probéis sin acompañamiento alguno y disfrutéis.
Untamos el molde con mantequilla y espolvoreamos harina por toda la superficie para evitar que se pegue el bizcocho al hacerse.
En un bol grande batimos los huevos a los que vamos añadiendo uno a uno el resto de los ingredientes, el azúcar, la mantequilla en pomada (así se llama a la textura que adquiere la mantequilla cuando está a temperatura ambiente y que se asemeja a la de cualquier pomada que podamos recordar, aún sólida pero fácilmente deformable), el cacao, la harina y el vino. Es fundamental que el vino sea de calidad, ya se sabe que cuanto mejor sean las materias primas mejor será el resultado final.
Vertemos la mezcla en el molde y horneamos durante unos 20minutos. Aunque como cada horno es un mundo, lo mejor es recurrir al truco de la abuela: para saber si el bizcocho ya está se introduce un palillo y debe salir totalmente limpio.
El bizcocho se puede decorar con azúcar glas, acompañar con mermelada de frutos rojos o mojar en un gran vaso de leche, pero con lo jugoso y sabroso que resulta yo recomiendo que al menos una vez lo probéis sin acompañamiento alguno y disfrutéis.
Hoy mi bizcocho va a tener unos exigentes catadores, mis compañeros de clase, espero que os guste.
¡Riquísimo! Recomiendo esta receta para quien quiera quedar tan bien como Alejandra
ResponderEliminarUna delicia, acompañando un día mágnifico como es peritos!!!
ResponderEliminarhe de decir que en mi estado de semi embriagadez me parecio un pastel buenísimo! Cuando montes la tienda de resposteria tienes un cliente segurísimo
ResponderEliminar¡Qué buena pinta! Espero probarlo pronto, ¿cuándo quedamos???
ResponderEliminarUuuummmm este bizcocho es mi especialidad!!!! y triunfa allá donde va!!
ResponderEliminarHoy lo han hecho n mastercheff y ha triunfado.....
ResponderEliminarMuy bueno
Besos
Amanda